Los últimos compases de esta edición se desarrollarán previsiblemente en el Porma

Con el pregón pronunciado el pasado sábado por Eduardo García Carmona arrancaba la 43 edición de la Semana Internacional de la trucha. Con la sala del Hostal de San Marcos abarrotada de público, como ya viene siendo habitual, Carmona hilvanaba un pregón muy poético no exento de crítica sutil hacia la Administración. El posterior vino español sirvió para el reencuentro de los viejos compañeros de pesca que, tanto a nivel competiti vo, como por el puro placer de pescar en los ríos leoneses, vienen coincidiendo año tras año. La realidad es que, si bien se cubren todas las plazas, la semana es cada vez menos internacional. En esta edición, salvo el ya tradicional grupo de franceses, la presencia extranjera ha brillado por su ausencia. No sucede esto con los pescadores locales que se resisten a abandonar un evento que, o mucho cambia, o está condenado a morir a un ritmo todavía superior al que agonizan los ríos de León.

El tiempo fresco y lluvioso de las primeras jornadas, lejos de perjudicar a los pescadores, contribuye a que las truchas estén más activas, pero apenas se ha notado. Los aficionados que van pasando por los mejores cotos de León coinciden en señalar que nunca han encontrado los ríos tan pobres en cuanto a sus poblaciones piscícolas. Parece que las condiciones naturales de los ríos se han deteriorado tanto que la reproducción es casi un milagro y las repoblaciones que se realizaban con las truchas de la piscifactoría de Vegas del Condado cada vez son más escasas pues la producción ha caído en picado. En un intento de maquillar los resultados se ha bajado la talla de 24 cms. a 21 para que las cifras globales sean mejores, pero ni aun así se consigue que los números globales se parezcan a las anteriores ediciones.

Mejor el Órbigo

Las cifras espectaculares tanto en número como en tamaño que el río Porma venía arrojando, no se están viendo en esta edición. Los números se sitúan en torno a las doscientas truchas en cada jornada pero aquellas capturas que superaban el medio metro de longitud en los tramos bajos del Condado II, brillan por su ausencia. Y ello a pesar de que el río baja en buenas condicione. El Esla mal y el Órbigo mejor sin duda tanto en Carrizo como en Sardonedo y, muy especialmente, en Santa Marina.

En cuanto a los pescadores que van consiguiendo su pase a la final aparecen mayoritariamente nombres leoneses. Entre hoy viernes y mañana sábado se va a desarrollar esta final previsiblemente en el Porma, aunque la organización tiene libertad para utilizar los escenarios que considere mas adecuados. Sin la presencia de Pablo Castro Pinos, que disputa el campeonato del mundo, no hay un claro favorito. Jóvenes como David Calzado, que en la primera jornada batía todos los records con 22 capturas o Barrientos, uno de los pescadores mas en forma podrían estar en las quinielas, sin olvidar a veteranos como Jesús Picón que unen a su técnica depurada el conocimiento del río. Pero León cuenta en estos momentos con varias decenas de pescadores que, con un poco de suerte en el tramo, pueden quedar campeones sin que ello represente una gran sorpresa. Mañana, a partir de las siete de la tarde, ya sabremos el nombre del flamante campeón que, con bastante probabilidad, será un leonés.